Las personas mayores que viven solas en su propio domicilio se han convertido en una tendencia creciente en los últimos años, y cada vez es un tema más relevante a tener en cuenta por muchos sectores. Utilizando datos de censos y encuestas de España, se puede concluir que el número de personas mayores que viven solas va en aumento. Este artículo analizará los detalles de los datos y las implicaciones de la tendencia.
En España, en 2018 había 4,7 millones de personas que vivían solas, de las cuales el 43,1% tenía 65 años o más. En 2020, esta cifra habrá aumentado a 4,8 millones de personas, de las que el 43,6% tendrán 65 años o más. Esto significa que cada año aumenta el número de personas mayores que viven solas.
Datos de la Encuesta de Características Esenciales de la Población y las Viviendas 2021, Instituto Nacional de Estadística (INE):
Pero no sólo es interesante el número total de personas mayores que viven solas; también es importante observar las diferencias de género en los datos. De los 1,7 millones de personas de 70 años o más que vivían solas, casi tres cuartas partes (73,3%) eran mujeres. Y si se tiene en cuenta el grupo de 65 años o más, el 71,9% eran mujeres. Por tanto, puede concluirse que las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de vivir solas a una edad avanzada.
Los datos también revelan que, de las personas mayores que viven solas, el 30,4% vive en hogares formados por dos personas. No obstante, hay que tener en cuenta que las personas mayores que viven solas tienen más probabilidades de tener costes de vida más elevados debido a su mayor necesidad de servicios sanitarios y sociales.
Es importante señalar que esta tendencia puede tener implicaciones en diversos sectores, como la sanidad, los servicios sociales y la vivienda. Con el aumento del número de personas mayores que viven solas, es importante garantizar que tengan acceso a los recursos que necesitan y no queden aisladas. Por tanto, es primordial que se creen más iniciativas para satisfacer las necesidades de este grupo demográfico concreto, como proporcionarles viviendas asequibles y organizar actividades en las que puedan participar socialmente.
Como se ha mencionado anteriormente, es probable que la tendencia de las personas mayores que viven solas siga aumentando en el futuro. Por lo tanto, traslada nuestra comprensión del envejecimiento y del aumento de las necesidades de apoyo sanitario y social de esta generación y de las futuras.
Dadas las implicaciones de esta tendencia, es evidente que el tema es de carácter urgente y debe abordarse. Para saber más sobre el tema, los lectores pueden dirigirse a la página web del Grupo de Envejecimiento del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (ENVejecimiente en Red), que dispone de más información al respecto.
En conclusión, el número de personas mayores que viven solas está aumentando, y esta tendencia puede tener distintas implicaciones. Es importante comprender que este grupo demográfico es el más vulnerable y necesita una atención especial. Se necesita concienciación e iniciativas para garantizar que tengan acceso a los recursos que necesitan mientras afrontan los retos de envejecer con dignidad.
Fuente: Encuesta de Características Esenciales de la Población y las Viviendas 2021, Instituto Nacional de Estadística (INE)
Elaboración: Laboratorio de Estadísticas Experimentales (IEGD-CSIC)
