Aunque la pandemia empiece a dar muestras de entrar en una recta final con el proceso de vacunación, todavía quedan por delante muchos meses de restricciones que afectan especialmente a los más vulnerables. Es necesario preguntarse cómo combatir la soledad no deseada en personas mayores durante estos meses y actuar en consecuencia.
¿Cómo se puede combatir la soledad no deseada en personas mayores durante lo que queda de pandemia? Es una pregunta difícil de responder, en parte porque se desconoce cuándo acabará la pandemia. Los más optimistas apuntan a que entre verano y final de año la situación estará prácticamente superada en el hemisferio norte.
Pero eso dependerá tanto de la velocidad de los programas de vacunación contra el coronavirus, como de las medidas de restricción que se tomen mientras se inmuniza a toda la población, más necesarias que nunca para evitar que el virus pueda mutar y crear variantes más resistentes a las vacunas. Es el momento de ser responsables como sociedad y extremar el uso de mascarilla, la evitación de espacios interiores cerrados y las relaciones sociales con terceros sin protección y distancia.
En cualquier caso, hay un grupo de nuestra sociedad que empieza a ver la luz al final del túnel: los mayores institucionalizados. La vacunación en residencia de mayores prácticamente ha llegado a su fin, y con ello la ansiada inmunización que evitará contagios y muertes. Los mayores, principales víctimas de esta crisis, están en disposición de comenzar a recuperar paulatinamente su vida y, sobre todo, sus contactos con familiares. No quedarán atrás las medidas de seguridad hasta conocer si las vacunas también evitan contagios (y no solo el desarrollo de la enfermedad). Pero supone un acicate para paliar la extrema soledad que han vivido durante estos meses.
Cómo combatir la soledad no deseada en personas mayores
Al hilo de un problema, la soledad en los mayores, que tenemos que superar y solucionar como sociedad, el presidente de CEOMA, Juan Manuel Martínez Gómez, ha querido recordar que el 20% de las personas mayores de 65 años viven solas y aproximadamente un 60% de ellas viven en ‘soledad no deseada’. Cifras que se han visto agravadas en general por la pandemia, incluso entre otros grupos de edad, al haberse tomado en serio muchas personas la crisis sanitaria y haber optado por no mantener contactos con no convivientes para proteger su salud y la salud comunitaria.
Con motivo de ello, y fruto de este sacrificio para consigo mismos y con la sociedad, muchas personas han desarrollado estados depresivos, cuando no, directamente, depresiones. Una enfermedad que quedará como cicatriz de una crisis que todavía no ha terminado, pero que podría empezar a dar tregua.
El doctor Martínez ha puesto como ejemplo para combatir la soledad no deseada en mayores durante lo que resta de pandemia el uso de teleasistencia, como sistema que “actúa no solo por resolver la situación de ayuda en determinados momentos que presenta la persona mayor, sino también por el desarrollo que tiene este servicio. Y es que, directamente, los profesionales que trabajan en la central: trabajadores sociales y personas expertas en el trato a personas mayores, deben y tienen que tomar la iniciativa de hacerles llamadas a los que viven en soledad no deseada”, ha explicado.
Estos profesionales pueden ayudar a combatir la soledad en los mayores, y de hecho lo llevan haciendo desde el inicio de esta crisis. Por eso, hay que continuar preocupándose por los mayores y prestando atención a sus necesidades, aunque sea en la distancia. Porque a esa distancia impuesta le queda cada vez menos, pero siempre es el último tramo el que mayor esfuerzo requiere.
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