La dieta mediterránea podría ayudar a prevenir y tratar la fragilidad de las personas mayores, según un estudio publicado en The Journal of the American Medical Association. Alimentos típicos de la dieta mediterránea como las frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, nueces, semillas y aceitunas, además del pescado y del aceite de oliva, podrían ser valiosos para los adultos frágiles, en los que las caídas, fracturas, discapacidad o demencia son más frecuentes.
La dieta mediterránea podría ser una fuerte aliada contra la fragilidad de los mayores. Así se desprende de un estudio publicado en el JAMA (The Journal of the American Medical Association), que analizó cuatro estudios diferentes sobre la incidencia de la dieta mediterránea en la fragilidad de las personas mayores.
El estudio ha analizado alrededor de 6.000 personas de entre 60 y 82 años en un seguimiento de cuatro años con un claro resultado: quienes seguían una dieta mediterránea tuvieron un riesgo de fragilidad un 56% menor respecto a quienes no seguían este “estilo de vida”, como lo ha calificado la doctora Elizabeth Eckstrom, de la Universidad de Oregón.
Qué dieta mediterránea combate la fragilidad
La dieta mediterránea se compone de alimentos naturales, como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, semillas, nueces y aceitunas, e incluye el consumo moderado de pescado (se recomiendan al menos dos raciones por semana) y de aceite de oliva. Alimentos como los arándanos, las espinacas, los tomates, la calabaza o los aguacates también son beneficiosos para los mayores y forman parte de la dieta mediterránea, que por otra parte es la dieta recomendada de manera generalizada para personas de todas las edades.
Por el contrario, los alimentos de consumo limitado en la dieta mediterránea son principalmente los lácteos, las carnes rojas y procesadas, y el alcohol en general.
La fragilidad de los adultos: qué es y cómo combatirla con dieta mediterránea
La fragilidad se ha definido como un síndrome clínico conformado por al menos tres de los cinco criterios establecidos: pérdida de peso involuntaria de alrededor de 4,5 kilos en un año, agotamiento, debilidad medida por la fuerza de agarre, velocidad de marcha lenta y baja actividad física.
Conocer los síntomas de la fragilidad en adultos mayores es el primer paso para poder combatirla, en este caso con una combinación de dieta mediterránea con ejercicio físico moderado de al menos 30 minutos diarios, según recomienda el estudio, que además explica por qué la fragilidad en los mayores está relacionada con la alimentación: muchos adultos mayores pierden el apetito, lo que provoca que consuman menos alimentos y que pierdan masa magra, lo que debilita su cuerpo. Por eso la dieta mediterránea, compuesta de alimentos ligeros, puede ayudar a estas personas: incluso si consumen raciones pequeñas, las propiedades de sus ingredientes ayudan a fortalecer el cuerpo, ya que, además, estos alimentos tienen propiedades cardiosaludables y antiinflamatorias.
