Orpea celebra el Día Internacional del Auxiliar de Enfermería reivindicando el papel que juegan en residencias de mayores.
Orpea celebra el Día Internacional del Auxiliar de Enfermería, que tiene lugar el 14 de julio, reivindicando el papel que juegan en residencias de mayores. “Son las especialistas que atienden, de manera directa, a las personas mayores y contribuyen a que su estancia en la residencia sea satisfactoria gracias a sus conocimientos, pero también a su empatía, capacidad de escucha y vocación de cuidado”, explican fuentes de la compañía.
Desde Orpea han calificado como “profesionales esenciales de los centros” a los y las auxiliares de enfermería, y han querido homenajear a estos profesionales destacando las actividades que realizan en su día a día. Por ejemplo, las labores de higiene, ingesta e hidratación de los usuarios, los cambios posturales de las personas con limitaciones de movilidad, la vigilancia del descanso nocturno de los mayores y dependientes, el cumplimiento de las obligaciones médicas y terapéuticas que siga cada residente o la escucha activa y apoyo emocional constante. “La labor de las auxiliares de enfermería no es tan conocida como la de otros profesionales sanitarios”, pero “su papel es clave”, explican.
Día Internacional del Auxiliar de Enfermería el 14 de julio
“Son las figuras más próximas. Por sus funciones permanecen junto al mayor más tiempo y generan un vínculo de confianza y seguridad fundamentales para una atención de la máxima calidad, ya que realizan los cuidados con profesionalidad, pero también actúan con sensibilidad y respeto”, explica Victoria Pérez, directoria sanitaria de Orpea Ibérica.
La compañía de residencias de mayores quiere reivindicar este año a los auxiliares de enfermería como pilares del sistema de atención a la dependencia. Y es que, como explican desde Orpea, las auxiliares de enfermería son conocedoras de las situaciones y problemas más frecuentes de las personas mayores institucionalizadas y saben cómo fomentar su autonomía e independencia, haciéndolos partícipes de sus cuidados y transmitiéndoles tranquilidad y seguridad. Además, suelen ser profesionales que sienten agrado y empatía por las personas mayores y sus necesidades. Y hacen gala de una gran sensibilidad, paciencia, capacidad de escucha y habilidades comunicativas, lo que les permiten mantener una buena relación de confianza con los residentes.