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Por qué cada vez hay más personas mayores, pero menos demencias

Más personas mayores, pero menos demencias.
Más personas mayores, pero menos demencias.
sábado 10 de diciembre de 2022, 11:00h

La incidencia de personas con demencia ha caído un 30 % en los últimos 15 años, a pesar del aumento de personas mayores en ese mismo periodo. Científicos y expertos buscan una respuesta a un misterio de nuestro tiempo.

Se da por hecho que, conforme aumenta la edad, también lo hace el riesgo de sufrir demencia. Por eso mismo el sector de atención a la dependencia reclama aumentar los recursos para atender a una población de personas mayores creciente, lo que conllevará un incremento de demencias, discapacidades y dependencia. Se estima que, en España, llamada a convertirse en líder mundial en longevidad, con más de un tercio de su población por encima de los 65 años en las próximas décadas, harán falta casi 500.000 plazas residenciales para soportar el resto.

Sin embargo, la comunidad científica ha observado en los últimos 15 años el fenómeno contrario: la demencia no solo no ha aumentado en paralelo al incremento de la población mayor de 65 años, sino que ha disminuido. En concreto, un 30 % menos de personas con demencia, en un periodo en el que la población mayor de 65 años ha pasado del 7 % de la población mundial en 2005 al 10 % en 2021, según datos del Banco Mundial. El crecimiento implica pasar de 475 millones de personas mayores de 65 años, a más de 747 millones.

Más personas mayores, pero menos demencias

Se desconocen con exactitud las causas de esta menor prevalencia de la demencia, entre otras cosas porque no existe ningún tratamiento que pueda frenar o revertir esta condición. Sin embargo, sí se observa un patrón de decrecimiento de las demencias en los países ricos, que algunos científicos asocian a que el mayor nivel cultural de esas sociedades conlleva una reducción del riesgo de sufrir demencia, pues algunos estudios vinculan el analfabetismo con mayor riesgo.

De hecho, entre los factores de riesgo para sufrir demencia están la falta de educación, la hipertensión, el tabaco, la obesidad, la discapacidad auditiva, la inactividad física, la depresión, el consumo de alcohol, la contaminación atmosférica o sufrir golpes en la cabeza. Condiciones que, se supone, conforme aumenta el nivel y calidad de vida, se reducen de manera sustancial. Entre otras razones, porque tratan sus patologías mucho antes y evitan actitudes de riesgo, en general.

En otros casos, los expertos se inclinan por el posible efecto que tendrían los fármacos antitrombóticos y contra el colesterol, que sería positivo a la hora de reducir el riesgo de demencia.

A pesar del descenso, las demencias continúan haciendo mella en la población: solo en España hay más de 800.000 personas con demencia, entre las cuales sobresale el Alzheimer, que todavía no tiene cura ni fármacos capaces de ralentizar la neurodegeneración que provoca.