El envejecimiento de la población en la Unión Europea continúa creciendo sin pausa, a pesar de la pandemia y su afectación sobre la esperanza de vida.
El envejecimiento de la población en la Unión Europea continúa creciendo, hasta el punto de haber sumado casi 9 puntos en las dos últimas décadas.
Así se desprende de los datos arrojados por Eurostat, que revelan cómo en 2001 había cuatro adultos en edad laboral por cada persona mayor de 65 años. Hoy, apenas son tres por cada mayor en la llamada Tasa de Dependencia, cuya cifra actual es del 34,8 %, frente al 25,9 % de hace dos décadas.
Este indicador relaciona las personas mayores de 65 años con aquellas situadas en el rango de 15 a 64 años, y sirve para determinar cuántas personas en edad activa hay por cada persona que ha pasado, por lo general, a un periodo de jubilación. Sirve, entre otras cosas, para analizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
La tasa de dependencia en la Unión Europea sigue creciendo
Según los datos europeos, los países con una tasa de dependencia más alta en la Unión Europea son Alemania, Grecia, España, Francia, Italia, Portugal y Finlandia. Curiosamente, aunque tiene explicación, son los países mediterráneos los que lideran en este sentido, en línea también con su mayor esperanza de vida.
La razón es de sobra conocida: la calidad de vida que se obtiene en estos países, aliada con una alimentación sana típica de la zona, el hecho de contar con un importante porcentaje de la población trabajando en el campo (que requiere mayor esfuerzo físico y obliga a combatir de manera natural el sedentarismo) o el disponer de robustos sistemas sanitarios y sociales.
De hecho, en España son Lugo, Orense y Zamora las provincias con una tasa aún mayor que la media del país: superan el 50 %. Aunque la región europea con mayor tasa es Evritanía, en Grecia, donde se alcanza el 78,3 %, más de diez puntos por encima de la segunda en la tabla, la región belga de Arrondissement de Veurne.
Mayor longevidad y menores nacimientos incrementan la Tasa de Dependencia, pero ponen en jaque a las pensiones
En la otra cara de la moneda están Mayotte y Guyana, con 6,1 y 11,7 % respectivamente, y Fuerteventura, en Canarias, con un 16,5 %. Se trata de lugares en los que la población en edad activa supera, con mucho, a la de personas mayores de 65 años. Algo típico en países que registran altas tasas de natalidad o una corta esperanza de vida, e incluso ambos factores.
Independientemente de estos datos, lo cierto es que se espera un crecimiento sostenido durante las próximas tres décadas, a pesar de que la pandemia ha restado esperanza de vida como ningún otro evento lo había hecho en el último siglo, desde la Segunda Guerra Mundial.
De hecho, se espera que este porcentaje (o Tasa de Dependencia) alcance el 50 % en cuatro de cada cinco regiones europeas para 2050. Algo que encaja con las previsiones de que, por ejemplo, en España serán necesarias casi 500.000 camas adicionales en residencias y centros de mayores para atender a la creciente población mayor que habrá para entonces.
Eurostat, de hecho, cifra la Tasa de Dependencia en España en 2050 en el 56,7 %: habrá dos adultos en edad laboral por cada persona mayor de 65 años, poniendo en jaque al sistema de pensiones si se mantiene su configuración actual.