España será una potencia mundial en Silver Economy por el incremento de la esperanza de vida de sus habitantes, según se ha puesto de manifiesto durante la primera jornada del II Foro de Envejecimiento de la Fundación Edad&Vida.
España será una potencia mundial en Silver Economy durante los próximos años. Con esta contundencia se han expresado algunos de los expertos reunidos por la Fundación Edad&Vida durante la primera jornada del II Foro de Envejecimiento, celebrado en Madrid, y que ha estado centrada en los retos y oportunidades asociados al envejecimiento en el ámbito económico.
Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, inauguraba la primera sesión con la conferencia marco ‘Algunos retos y oportunidades asociados al envejecimiento’, donde ha destacado que la institución a la que representa considera que “abordar los numerosos retos que plantea el cambio demográfico exige una actuación decidida en múltiples ámbitos, por ejemplo, mitigar el deterioro que se produce en la empleabilidad de los trabajadores a medida que envejecen o para abordar las razones de la baja tasa de fecundidad en España”.
En esta línea, Gavilán ha reconocido que “el envejecimiento poblacional es, en realidad, una oportunidad: el margen de crecimiento de la silver economy es considerable”.
Informe El Dividendo de la Longevidad
En la segunda sesión, Mª José Abraham, directora general de la Fundación Edad&Vida, presentó el informe ‘El dividendo de la longevidad. Salud es riqueza’, que cuantifica en cifras que las personas mayores no suponen un coste o una carga para los recursos públicos, la iniciativa privada o la sociedad en general. Por el contrario, su impacto social y económico es significativo en materia laboral y social siempre que se contemple una mayor inversión en materia de prevención en salud.
Este impacto positivo es lo que se ha denominado el dividendo de la longevidad. Para optimizar estos beneficios es necesario “establecer un acuerdo para invertir en salud de las personas y reconocer el valor económico de la misma; respaldar el trabajo de los trabajadores a medida que envejecen; aprovechar el creciente poder de los mayores como consumidores; y, reconocer las contribuciones no remuneradas de los mayores”, explicó Abraham.
En el posterior debate participaron Carlos Bravo, Secretario Confederal de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO; y José Augusto García Navarro, Presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). Bravo destacó que el “envejecimiento dibuja una sociedad llena de oportunidades económicas para las que hay que desarrollar los servicios precisos, políticas púbicas relevantes y una importante tarea de concienciación global”.
No obstante, reconoce la necesidad de aumentar la inversión en dependencia hasta “más del doble de 0,7 % del PIB actual para acabar con las listas de espera y dar cobertura a toda la población que lo necesite”. “Además, es preciso llegar a un 25% de la inversión sanitaria en atención primaria, especialmente por la labor de prevención, concienciación y detección de problemas relacionados con la salud de las personas mayores”, ha subrayado.
Por su parte, el presidente de la SEGG empezó reflexionando sobre “el éxito social que representa el aumento de la esperanza de vida y el aumento de estos años con buena calidad de vida y en salud”. A su juicio, es preciso continuar con la promoción de un envejecimiento saludable mediante “el cambio de la imagen del envejecimiento y erradicación del edadismo, la creación de entornos amigables para las personas mayores y no únicamente accesibles, el diseño de sistemas sanitarios adecuados y ajustados a las necesidades reales de la población y, finalmente, establecer un adecuado sistema de provisión y cobertura de cuidados de larga duración y a la dependencia”.
La sostenibilidad de las pensiones en España
En la primera jornada del II Foro de Envejecimiento también se ha hablado de pensiones. Assumpta Sentías, directora del Área Comercial Empresas e Instituciones de VidaCaixa, presentó la sesión ‘Pensiones impulso y desarrollo II Pilar de Previsión Social Complementaria’, que contó con la ponencia inicial a cargo de Pablo Antolín, economista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Antolín centró su intervención en los diferentes modelos de previsión social existentes a nivel internacional y las recomendaciones del modelo más adecuado a implantar de este II Pilar a nivel estatal. Las recomendaciones de la OCDE reconocen que es preciso “contar con un sistema de pensiones que combine la capitalización y el reparto como forma de diversificación de las fuentes de financiación”, explicó. Además, en función de la experiencia de la OCDE se recomienda que el diseño de los sistemas de capitalización “apuesten por un diseño coherente con el objetivo de largo plazo y el propósito de dar renta en la jubilación y garantizar que estos sistemas cubran al mayor porcentaje de la población posible”, concluyó Antolín.
En el debate posterior intervinieron Luis Viñas, director de Compensación de Naturgy Energy Group; Celia Ferrero, vicepresidenta de Federación Nacional de Organizaciones de Trabajadores Autónomos (ATA); y Carlos de la Torre, Counsel Laboral de Baker&McKenzie.
Viñas explicó la experiencia de su compañía en la gestión de la previsión social complementaria y reconoció que “su introducción en el sistema habitual de retribuciones de la compañía, y esto ha facilitado la retención y la atracción de profesionales e incluso los trabajadores más jóvenes lo valoran muy positivamente”. Por su parte, Ferrero afirmó que la previsión social “es un instrumento sumamente importante para los autónomos”.
Además, a su juicio, este instrumento “les permite balancear las necesidades de liquidez mediante un sistema flexible de aportación al sistema”. Finalmente, de la Torre consideró que “el éxito de la previsión social complementaria depende de los acuerdos colectivos de carácter sectorial y de la adhesión de las empresas y trabajadores ya que es la forma de introducir a los trabajadores en este modelo”.
Nuevos modelos de financiación para personas mayores
En el Foro , Iñaki Ortega, doctor en economía y profesor de la Universidad Internacional de la Rioja, y Manuel Sevillano, profesor de ESIC Universidad, presentaron el estudio, impulsado por la Fundación Edad&Vida, ‘Percepción de los productos de licuación patrimonial para la población sénior española’, donde se destaca que es necesaria “una mayor implicación público-privada para conseguir un óptimo despliegue de la licuación del patrimonio inmobiliario que redundaría en una mayor renta disponible de los mayores españoles, así como, una menor tensión para el sistema público de pensiones”.
A juicio de Ortega y Sevilla, “es imprescindible hacer difusión de esta opción entre la ciudadanía de la mano de la Administración para garantizar su aceptación; incorporar a los operadores privados a este mercado, tanto por la oportunidad de negocio que representa como forma de mostrar el compromiso social de las empresas; y concienciar a la ciudadanía de la necesidad de establecer una adecuada planificación de las contingencias asociadas a la independencia y autonomía individual”.
El debate posterior contó con la intervención de Myroslav Pidkuyko, economista del Departamento de Análisis Estructural y Estudios Microeconómicos del Banco de España; Inocente Gómez, presidente de Seniors Españoles para la Cooperación Técnica (SECOT); y Luis de Ulibarri, presidente de Almagro Capital.
Pidkuyko reconoció que existen ciertos factores que condicionan el desarrollo de la licuación patrimonial, tales como “considerar a los activos inmobiliarios como el principal activo de herencia, la mayor preferencia a vivir en una casa en propiedad frente al alquiler y el escaso conocimiento financiero de la población española”.
En este sentido, de Ulibarri insistió en la necesidad de “apostar por la divulgación y transparencia en todos los aspectos de la contratación, desde la definición de los servicios como en la estimación de riesgos asociados a la longevidad de las personas que son precisos tener en cuenta en la contratación de estos productos”.
Por su parte, Gómez, como representante de las personas mayores, afirmó que “este tipo de productos se han adelantado en cuanto a aceptación social por parte de la sociedad y es ahora, y en las generaciones venideras, cuando se empiecen a desarrollar por completo”.