Este 2022 está siendo un verano especialmente caluroso, lo que impacta de forma negativa en las personas mayores porque son mucho más sensibles a los cambios bruscos de temperatura. Con estos consejos podremos evitar un golpe de calor en personas mayores.
El verano en España se caracteriza por un calor casi extremo en algunas regiones. No es nada nuevo, y los mayores llevan décadas lidiando con ello.
Pero, conforme se cumplen años, la sensibilidad a las temperaturas extremas se hace más patente, y esos mismos mayores sufren de forma más acentuado el calor. Algo que pone en riesgo su salud e incluso su vida: se calcula que más de 1.000 personas han muerto este 2022 en España por las sucesivas olas de calor que estamos sufriendo.
A muchas personas ha llamado la atención y alertado a partes iguales ver cómo incluso algunos empleados de limpieza o reparto a domicilio han fallecido en plena calle mientras hacían su trabajo, aun no siendo muy mayores.
Cómo proteger a las personas mayores del calor
Para evitar que un golpe de calor pueda hacer peligrar la vida de las personas mayores, PromoFarma ha recopilado algunos consejos para proteger a los mayores del calor.
En primer lugar, recomiendan supervisar la alimentación e hidratación del anciano. “Es muy importante supervisar que su alimentación sea variada y cuente con todos los nutrientes y micronutrientes, asegurando de esta manera un aporte suficiente de proteína y fibra. La ingesta de proteínas de alto valor biológico suele ser deficiente según las encuestas de salud. Esto es debido, por un lado, a los problemas de masticación y, por otro a la dificultad para poder comprar alimentos frescos y de calidad como consecuencia de la pérdida de movilidad. Una ingesta deficitaria en proteína lleva a un mayor deterioro físico y cognitivo-emocional”, explican.
En este sentido, recomiendan apostar por alimentos como el huevo, pescado, carne blanca y legumbres. Típica dieta mediterránea. Pero también han que incluir en el menú lácteos, alimentos ricos en Vitamina D, fuentes de Omega 3 o fibra.
Además, hay que vigilar especialmente la hidratación. “Con la edad, la sensación de sed disminuye y la toma de determinados medicamentos puede agravar la presencia de deshidratación”, explican, por lo que se recomienda “hacer recordatorios a los más mayores de que beban agua durante el día y minimicen el consumo de bebidas con gas, azúcar, edulcorantes y alcohol”.
Cuidar la piel de las personas mayores en verano
La edad suele conllevar una tendencia marcada a la sequedad de piel, bucal y de mucosas, que se agrava en un entorno con altas temperaturas y hay que estar alerta. “Para ello, recomendamos usar productos para higiene e hidratación corporal específicos para pieles secas y atópicas, ya que son muy emolientes, nutritivos y calmantes. Por otro lado, una piel bien hidratada también será menos propensa a las úlceras por presión”, explica Mar Santamaria, farmacéutica responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma y especialista en dermofarmacia, quien para prevenirlas recomienda aplicar aceites vegetales con ácidos grasos hiperoxigenados.
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta cuando piensas en los mayores, es el cuidado de la higiene bucodental y la limpieza óptima de las prótesis dentales. Si hay sequedad bucal persistente, existen pastas dentífricas, colutorios y sprais refrescantes y humectantes preparados para combatirla. Por otro lado, y en el caso de las mujeres, si las molestias de sequedad aparecen en la mucosa vaginal y en la zona vulvar, se pueden usar hidratantes vulvo-vaginales para mejorar el confort, ya sean aplicados por ellos mismos o con ayuda, y, en este caso, será imprescindible mantener las revisiones ginecológicas al día.
Finalmente, ahora más que nunca, debes recordar a tus mayores la importancia de protegerse del sol. Es aconsejable la exposición a la luz natural durante las horas no centrales del día para la sincronización de los ritmos circadianos y para favorecer la síntesis de vitamina D en el propio organismo.
Actividad física para mayores en verano
Aunque haga calor, no podemos fomentar la inactividad física. Simplemente, hay que adaptarla. Por eso, los expertos aconsejan adecuar las actividades, de manera que se hagan en las horas de menos calor, a la sombra y, quizás, en interiores refrigerados. Eso, sin obviar que el campo y la playa pueden ser buenas opciones para los mayores si sabemos protegerlos del sol y del calor.
Para ello, también hay que apostar por el uso de ropa y calzados cómodos y frescos, cuidar el descanso nocturno y combinar la actividad física con otras de tipo cognitivo, como el cálculo mental y los crucigramas, así como por toda actividad que fomente las relaciones sociales.
Según concluye Mar “hay que promover siempre un trato humanizado y respetuoso hacia nuestros mayores. No debemos olvidar que son, ante todo, adultos. Adultos mayores, con una experiencia vital digna de ser escuchada”. Por este motivo, siguiendo estos consejos y escuchando las necesidades e inquietudes de los mayores, su cuidado y bienestar estará asegurado durante estos días de extremo calor donde pueden volverse más vulnerables que nunca.