La anosmia es la pérdida del sentido del olfato, una patología poco frecuente hasta la llegada del COVID, uno de cuyos efectos secundarios incluso a largo plazo es este problema.
¿Qué es la anosmia y qué implicaciones tiene en la calidad de vida de los afectados? Se denomina anosmia a la pérdida del sentido del olfato, de manera que los afectados por ello no tienen la capacidad de identificar olores.
La pérdida de cualquiera de los cinco sentidos impacta de manera directa tanto en la calidad de vida de los afectados como en sus posibilidades de vivir con autonomía. En el caso de la anosmia, el hecho de perder la capacidad de identificar olores se convierte, al mismo tiempo, en una incomodidad (pues eso afecta también a la experiencia a la hora de comer), en un problema social (pues las personas no pueden saber si huelen mal por haber sudado) y en un grave problema de seguridad (ya que ciertos olores, como el que se produce en caso de incendio o escape de gas, pueden alertarnos de que estamos en peligro).
Causas de la anosmia
Existen diferentes causas de la anosmia, que van desde daños neurológicos (casi cualquier enfermedad neurológica puede tener como síntoma asociado la pérdida del olfato) hasta infecciones e inflamaciones de las vías respiratorias, pólipos o problemas estructurales. Algunos virus también pueden causar anosmia, entre ellos el COVID-19, motivo por el que este síntoma se ha puesto en primera plana. De hecho, la cepa original del coronavirus tenía como uno de los síntomas más característicos la pérdida del olfato (anosmia) y del gusto (ageusia).
Existen dos grados de pérdida del olfato: la hiposmia, que es una pérdida parcial, y la anosmia, que es la pérdida total. El pronóstico dependerá de muchos factores, pero el principal es el grado de pérdida que sufra el paciente y la causa subyacente. Así, si se trata de pólipos nasales o inflamaciones, bastará con tratar o solucionar esos problemas para que se pueda producir una recuperación tendente a total. Sin embargo, si se produce por causas neurológicas o congénitas, la solución podría ser inexistente.
En todo caso, debe ser un especialista quien determine tanto la causa de la anosmia como el tratamiento a seguir, así como el pronóstico.
CEDDD, con los afectados por anosmia
Dado que este problema se ha manifestado de forma muy aguda durante la pandemia, incluso con personas que, después del contagio, llevan meses sin haber recuperado su sentido del olfato, el Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD) ha sellado un acuerdo de adhesión con la Asociación Española de Anosmia, con el fin de visibilizar un problema que sufren muchos españoles, a menudo incomprendidos a pesar de lo que supone.
Con este acuerdo, las partes se han comprometido a desarrollar acciones de interés mutuo para fomentar la inclusión y representación social, con vistas a mejorar la calidad de vida de los afectados por anosmia.
Asociación Española de Anosmia
La Asociación Española de Anosmia se fundó en 2019 y busca, entre otros objetivos, dar a conocer, informar y sensibilizar a la opinión pública y a las instituciones públicas y privadas sobre los problemas de sufrir Anosmia (pérdida del sentido del olfato); representar, informar, orientar y apoyar a las personas que la padecen o la contraen; conseguir un marco legal que no infravalore esta discapacidad y otorgue de más derechos y ayudas a las personas con Anosmia; conseguir una mejor respuesta médica, promoviendo el diagnóstico precoz, la mejora de tratamientos y la mejora de la información al paciente; y potenciar la investigación sobre la anosmia contando con la colaboración de médicos e investigadores.